Apuntes sobre la escuela que yo quiero
Como toda conquista histórica, la Escuela Pública no hizo su aparición de forma repentina, su desarrollo lento y sinuoso, así como sus fines y funciones, han ido evolucionando al compás de las fuerzas sociales, fueron adoptándola como bandera de sus respectivos intereses. Es decir esta conquista no se produjo por desborde de la abundancia de los poderosos ,si no mas bien como reclamo ciudadano peleado por las expectativas de un mundo y un futuro mejor para la gente .
En todo caso, y durante mucho tiempo, la educación pública, generalizada y obligatoria, pero no en todos los casos gratuita sólo se extendió a los niveles elementales de una Primaria básica, quedando los estudios medios y superiores para una reducida elite de futuros funcionarios y detentadores de las prestigiadas profesiones liberales.
Si bien es cierto que la Escuela Pública nace de la mano de las necesidades económicas e ideológicas de la sociedad liberal burguesa, también lo es que el movimiento obrero hace suyo, desde sus inicios, el derecho a la igualdad y al acceso al saber, como instrumentos no sólo de cualificación profesional como mano de obra, sino también de capacitación para participar, con voz propia, en todos los ámbitos de la sociedad civil y política.
Por todo eso y mucho mas la Escuela Pública ha terminado por asumir un conjunto de funciones que, en modo alguno, pueden ser sustituidas o aseguradas por ninguna "iniciativa privada", debe ser derecho de todos y cada uno de los individuos, la igualdad de condiciones, en la educación, ello implica nuestro desarrollo como personas, el acceso al saber como patrimonio de la Humanidad y la formación profesional para su participación en el proceso evolutivo, por ello es deber del Estado garantizar niveles óptimos de educación e integración, capacitando al conjunto de los ciudadanos, para participar en el común quehacer social, signo indicativo de la buena salud de un país.
Así considerada, la enseñanza es un bien público que se debe preservar, valorar, mantener y desarrollar ,para el futuro de las nuevas generaciones. Esto es justo lo que ahora, y desde hace un tiempo, se pretende destruir, revirtiendo los bienes públicos y sociales a la esfera de lo privado, es decir, al negocio del mercado, de la ley de la oferta y la demanda, con la regresión a situaciones pasadas de desigualdad y privación de derechos .( Según el diccionario privatizar deriva de privar y a su vez privar significa quitar o arrebatar, despojar a alguien de algo que poseía, prohibir y vedar )
También asistimos a la apropiación ideológica de ciertos conceptos, es uno de los mecanismos de la nueva ideología dominante, para elaborar un discurso renovándolo y adaptándolo al momento, lo que podríamos denominar “bandolerismo semántico” Un ejemplo de esto ultimo seria el concepto de Escuela Pública, es ilustrativo la necesidad que tienen algunos de redefinir constantemente este concepto. A partir de los ultimos años se ha terminado por admitir como centros públicos todos los "sostenidos con fondos públicos", fueran estos gestionados por el Estado o por la empresa privada, con independencia de cuales fueran los objetivos, intereses, carácter e ideología de los gestores.
Admitir esta definición de lo público, no sólo vacía de contenido este concepto, sino que permite hacer lo mismo con la denuncia del proceso de privatización. El crecimiento de la red concertada a costa de la progresiva marginación de la pública no sería ya un proceso de privatización, sino de redistribución de las plazas escolares siguiendo las leyes del mercado.
Pero no es éste el único intento de vaciar de contenido el concepto de público, curiosamente, esta misma línea argumental es seguida por la Archidiócesis, que termina sugiriendo la denominación de "centros de iniciativa social" para los centros privados religiosos, nuevo eufemismo que intenta ocultar la oposición de intereses entre lo público y lo privado.
Un ataque diferente a lo público es el que se hace, desde posiciones neoliberales más “voraces”, acusando a lo público de totalitario, en cuanto que limita el desarrollo de la iniciativa privada y la libre competencia... Para los que defienden este punto de vista, la iniciativa privada debería hacerse cargo de toda la educación, salvo de la de aquellos sectores que, por ser económicamente poco atractivos, no resultan rentables, y a los que el Estado debería suministrar una especie de "salario mínimo cultural".Es decir La Escuela Estatal subsidiaria de beneficencia, como en los más rancios tiempos del franquismo y del auxilio social.
Aunque es obvio, tal vez sea conveniente indicar que competencia mercantil y servicio público son conceptos contrarios. En primer lugar, porque un servicio público debe estar dirigido a satisfacer derechos ciudadanos fundamentales que, en modo alguno, pueden ser hipotecados a criterios de rentabilidad o a intereses privados de cualquier índole. En segundo lugar, porque desde el plano estrictamente económico la existencia de un servicio público de calidad impide el desarrollo del sector privado, cuyas posibilidades quedan reducidas a aspectos superfluos, suntuarios o de prestigio. Es más, el desarrollo de este sector depende totalmente de la previa degradación del sistema público. Esto, que vale para cualquier sector de la economía, se aplica igualmente en educación, donde la existencia de una red pública de calidad impide el desarrollo de la red privada, por que el desarrollo de la red privada requiere, como condición previa, el deterioro de la pública.
Desde el punto de vista de los valores humanos, defender lo público es buscar una sociedad donde la igualdad sea efectiva, en un proyecto común como seres humanos. Los servicios públicos, deben defender los derechos de los ciudadanos, sin uniformizarlos, aspecto que los hace más fuertes en el mundo que vivimos . Frente a la idea de "propiedad" que rige en las "empresas educativas", una ideología sectaria para un exclusivo grupo de "iniciados" y “triunfadores”, la enseñanza pública promueve un "terreno común", un espacio de relación inclusivo que trata de hacer posible la formación de unas personas capaces de encontrar ideas comunes, para convertir a nuestra sociedad, fragmentada por diferencias de diverso tipo, en una sociedad unida, mas cooperante y solidaria.
Un abrazo, Miguel
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